La violenta ausencia del color del agua
En este libro hablan los reflejos, las imágenes de nosotros mismos, que aparecen en el lugar menos pensado, para recordarnos quiénes somos. Para evidenciar lo que muchas veces no queremos o no podemos ver.
Este es un libro de espejos que ocultan, desfiguran o repiten.
"Miró las mismas casas, fortificadas ahora, con alambres de presidio, alarmas y rejas atemorizantes; su barrio y su ciudad, cambiando, degradándose, como todo y como todos, como ella misma. Miró lo que quedaba de las ilusiones, de las promesas de compromiso por el cambio, por que todo fuera mejor. Noches interminables cantando, bebiendo y fumando, que se fueron en un chorro caudaloso de palabras sin metas, de crítica sin contenido, de promesas etéreas que se deshicieron en el aire, como un diente de león en el huracán".